O eres Kimmy o eres Jules. Nació esa obsesión hace mucho. Eran tiempos remotos de mi infancia cuando me di cuenta de que no me gustaba peinarme mucho, ni el color rosado. Ni hablar de cuando llegó la pubertad y había que ponerse sostenes. Los niños siempre me tuvieron miedo y me dijeron que era feminista. Pero esos temas parecían no importarle al resto de mis compañeras. Algunas sí, otras no, la mayoría no. Es parte de la educación, de la historia, la familia. Es cosa de prioridades. O eres Kimmy o eres Jules.
Creo que todos hemos visto "La boda de mi mejor amigo" y más de una vez algún domingo por la tarde. He aquí los prototipos:
- Jules (Julia Roberts) tiene una carrera, un buen trabajo, viajó por el mundo, es independiente. No es de las mujeres que están muy peinaddas siempre o usan taco alto y falda. Es de las que prefieren una cerveza antes de un Cosmopolitan. Es una mujer con cierto grado de poder. Es de las que difícilmente cederían ante sus proyectos personales. Jules es de muchos amigos y pocas relaciones.
- Kimmy (Cameron Díaz) dejó su carrera por el matrimonio. No tiene un trabajo, pues acompañará a su marido en sus viajes. Kimmy está perfectamente arreglada con su partidura recta o chasquilla peinada. No es de las que toman mucho, ni fuman. Es mujer de buena familia. Es la que ha tenido muchas relaciones. Es amable y hogareña. Son mejores amigas con su madre. Le gusta que la miren pasar.
Los hombres seguros están programados para elegir a Kimmy, porque temen a Jules. Los hombres inseguros eligirán a Jules, porque los protegerá, con Kimmy estarían peor. Por lo tanto, las Jules terminarán convirtiéndose en las socias, jefas, compañeras de trabajo, amigas de los hombres seguros. Difícilmente una pareja. Jules pondrá sus condiciones, las cuales lo incomodarán. Mejor Kimmy, así es más fácil. Kimmy accederá.
Jules no dejaría que pasaran sobre ella. Jules ve a los hombres horizontalmente. Jules se subía a los árboles cuando chica. A Jules no le da asco ver sangre y por más que quisiera, nunca aprendió a tejer.
Kimmy se levanta temprano a hacer sus ejercicios. Kimmy ve a su pareja como el sentido de su vida. Kimmy cocina exquisito. Ella llora con las tragedias en el noticiario y no se pierde sus telesries. Kimmy escucha FM2.
Me daba mucha rabia cuando veía la película, la parte en que Jules planea que Mike trabaje para los padres de Kimmy. Cuando Kimmy se lo propone, Mike se enoja y por un momento todo está a punto de terminar. Al final Kimmy se retracta y vuelve a ceder. Todo de nuevo es para él y son felices para siempre. Mike no cede en nada después de lo que ella ha dejado por él.
Es culpa nuestra después de todo. Los hombres son criados así por sus madres, son fuertes y machistas o mamones y poco claros. Una pequeña minoría no recibe esa educación tradicional o se revela. Son pocos los que te ven de igual a igual.
Creo feacientemente ser una Jules, aunque haya momentos Kimmy inevitablemente. De todos modos acepto a la Kimmy consciente de las consecuencias de sus actos, es meditada y honesta. Ser Kimmy inconscientemente es fatal. En cambio, ser Jules siempre es bueno. Jules es feliz consigo misma, Jules puede darle un nuevo rumbo a su vida sin consultarle a nadie, Jules hace las cosas porque en verdad quiere hacerlas, no porque alguien le dijo. Jules puede seguir su vida y pararse muchas veces sin ayuda. Jules cree que la vida es demasiado buena como para privarse.
